Muchos confunden la decoración slow con el minimalismo, pero no es lo mismo. La idea de esta decoración es que sea despejada y limpia, que dejes de prescindir de muebles y objetos que realmente no aportan a nuestra forma de habitar en los espacios del hogar.
Esta decoración busca que podemos crear espacios funcionales y cómodos, pero que también nos transmitan calidez. El primer consejo es que despejes los espacios y dejes fluir el aire y la luz; que quede lo que realmente tenga significado y nos aporte felicidad.
El segundo consejo tiene relación con los colores y tonalidades del hogar; deben ser relajados de tal manera que transmitan paz y calma. La gama de blancos, beige y los tonos tierra son ideales y para eso, debes evitar las tonalidades muy fuertes o estridentes.
El tercer y último consejo, tiene que ver con la decoración de nuestra casa slow: la importancia de la vegetación al interior del hogar. Jamás dudes en incorporar plantas y/o flores, estas aportan frescura y un toque natural a los espacios interiores, además de mejorar la calidad del oxígeno que respiramos en casa y nos trae muy buenas vibras.
¡Si te gustó este estilo de decoración, te invitamos a que inicies con estos tres primeros consejos! Y luego, busca más información sobre el estilo slow porque te atrapará.